Por Abraham Pérez Alandia-.
La economía boliviana sufrió doble impacto negativo en su economía en 2020: por una parte, la administración de un gobierno de facto que se apoderó de la gestión del Estado con la clara intención de hacer retroceder los avances conseguidos con el desempeño del modelo económico postneoliberal (el social comunitario productivo) para instalar el modelo económico neoliberal que destrozó al Estado durante 20 años (1985-2005); por el otro, los efectos negativos de la pandemia del Covid-19 y la ausencia de políticas de salud pública por parte de funcionarios inexpertos y corruptos de la derecha racista y neofascista.
Pese a los golpes mencionados, los pronósticos internacionales sobre la recuperación de la economía boliviana son esperanzadores, claro está que la información con la que cuentan tales proyecciones se basan en la fortaleza que alcanzó la economía en los casi 14 años del gobierno de Evo Morales (2005-2019), es decir, que el potencial de crecimiento logrado en ese periodo es importante.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) afirmó al respecto que “a pesar del impacto de la pandemia, Bolivia es uno de los tres países que registrarán un crecimiento económico en la Región durante 2021, según el Balance Económico Actualizado de América Latina y el Caribe 2020”.
Un Balance Preliminar afirma que la contracción de la economía de la Región en 2020 fue del -7,7% –esta disminución es la más grande de los 120 últimos años–, toque de fondo que se constituye en un rebote que lanzaría a la Región a un crecimiento del 3,7% para el año 2021. Mientras que la economía boliviana pasaría de un bajón de -8% en 2020 a un crecimiento de rebote del 5,1% para el presente año.
Junto con Perú y Panamá, Bolivia será uno de los países que tendrá una mejor economía en América Latina, a pesar de la pandemia y de que, en nuestro caso, los golpistas pretendieron entregar nuestra economía a las rapiñas internacionales que apoyaron y financiaron el golpe de Estado, empresarios antinacionales y empresas transnacionales.
Por su parte, la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) establecida en el Presupuesto General del Estado para el 2021 lo sitúa en 4,8%. Estas políticas retoman la priorización de la Inversión Pública.
Las políticas económicas que inician la recuperación de la economía se caracterizan por orientarse a la defensa de la vida de la población existente en el territorio. Entre estas, como menciona el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), destacan:
Políticas sociales
- Implementación del Bono contra el Hambre, equivalente a 1.000 Bs, entregados entre diciembre y marzo, que llega a mayor número de personas a través de medidas que faciliten el acceso a este beneficio por parte de pobladores del área rural.
- Incremento del 3,4% en los ingresos de los jubilados.
- Disminución del precio de los alimentos gracias al restablecimiento del certificado de abastecimiento interno para la soja y otros granos. Esta medida protege la disponibilidad de alimentos para la población boliviana.
- Mantenimiento de las subvenciones de servicios básicos a pobladores que habitan en regiones vulnerables.
Políticas económicas
- Abrogación de los decretos de la autonombrada Áñez que atentaban los intereses de las mayorías, tales como: a) la autorización del uso de semillas transgénicas; b) el diferimiento del Impuesto a las Utilidades de las Empresas (UIE); c) la rebaja de la base imponible del impuesto a las transacciones; d) la libre exportación agropecuaria de pollo y carne; e) la extensión de la autorización del registro mercantil a cargo de Fundempresa sin respetar debidos procesos.
- Se desactivaron juicios de arbitraje internacional por incumplimiento de pagos con la firma Doppelmayr, planteados por la empresa austríaca proveedora de Mi Teleférico al Estado boliviano, por deudas no canceladas por el gobierno golpista que asaltó el poder.
- Se aprobó y sancionó el impuesto a las grandes fortunas que se aplicará sobre personas naturales que posean más de 4,3 millones de dólares.
Políticas específicas en materia de créditos y recuperación de la estabilidad financiera
- Para recuperar el sistema financiero y mejorar las condiciones del crédito se estableció la capitalización del 100% de los beneficios obtenidos el año pasado.
- Se crearon y reglamentaron dos fideicomisos para la reactivación de la industria nacional orientada a la producción de bienes que sustituyan importaciones.
- Créditos con 3% anual de interés que buscan fomentar la producción agraria.
- Reactivación de la inversión pública con proyectos como la construcción del tren metropolitano en Cochabamba, paralizado por el ministro autonombrado Iván Arias.
- Fortalecimiento de Boliviana de Aviación (BoA) con cinco millones de dólares invertidos, permitiendo que la empresa salga de la crisis a la que la indujo el golpismo.
- Creación de un Fideicomiso de 130 millones de dólares destinados a créditos para la reactivación de la industria nacional, al 0,5% de interés, con el propósito de sustituir importaciones.
- Reactivación de proyectos productivos paralizados por decisión política del gobierno golpista, como ser la industria del litio y la planta de urea y amoniaco. Plantas que no solo fueron suspendidas, sino que sufrieron serios daños de sus equipos principales. Estaban en la mira de la ambición de empresas transnacionales que financiaron el golpe de Estado.
Es preciso implementar medidas y políticas que profundicen el modelo económico exitoso que por 13 años y 10 meses logró importantes avances en el crecimiento de la economía y la redistribución del ingreso, los que fueron truncados por el golpismo articulado con intereses corporativos de los detentadores del poder económico en Bolivia. Por tanto, las medidas deben estar orientadas a fortalecer una economía estatal, comunitaria y de los pequeños emprendedores.
- Economista subversivo, docente investigador de la UMSA y miembro del colectivo “Salvajes Urbanos”.
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