La Época -.
En las últimas dos semanas, a contracorriente de los esfuerzos de los medios de comunicación hegemónicos y la derecha por posicionar la imagen de un gobierno autoritario, el presidente Luis Arce ha demostrado una gran capacidad de maniobra, de juego político, para enfrentar los planes de desestabilización que se llevan adelante contra su gobierno desde el inicio de su mandato. Todo indica que existe la decisión de aislar a la ultraderecha y dar la oportunidad a que las fracciones demoliberales se desmarquen de la primera y hagan conocer sus propuestas que hasta ahora son inexistentes. La táctica es correcta.
De todas las medidas adoptadas la más importante es la abrogación de la Ley 1386. Ya la solicitud hecha a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) el sábado 13 de noviembre descolocó al bloque de derecha. Arce le quitó el piso a Calvo, quien desesperado trató inútilmente de reemplazar las banderas de la movilización y mantener el paro cívico indefinido. En el cabildo del domingo 14, en la ciudad de Santa Cruz, el dirigente cívico llamó a seguir luchando contra la Ley 1407, por la reposición de los dos tercios en la ALP y por la abrogación de otras leyes.
La política es como un juego de ajedrez y el presidente Arce, a quien solo se le conocía por su capacidad de manejar el modelo económico alternativo al neoliberalismo que dio buenos resultados desde enero de 2006 a noviembre de 2019, ha demostrado, con seguridad sorprendido a muchos, que el Movimiento Al Socialismo (MAS) liderado por Evo Morales hizo bien en designarlo como candidato a la presidencia para las elecciones de octubre de 2020.
Una vez desmontado el paro cívico, que solo fue fuerte en Santa Cruz, relativo en Potosí, débil en otras ciudades e inexistente en La Paz, el gobierno popular no perdió la iniciativa y de inmediato convocó a las universidades a un diálogo para intercambiar criterios sobre los alcances de la Ley del PDES 2021-2025 y demostrar que no había ningún mecanismo o medida oculta que atentara contra la autonomía universitaria.
La invitación al diálogo no ha cesado. El presidente del Estado Plurinacional se ha reunido con los alcaldes de las ciudades capitales y El Alto, donde se han conformado tres comisiones de trabajo, en las cuales se incluyen a los organismos representativos de todos los municipios del país. Ahora viene el encuentro con los gobernadores. Sin piso para protestar, el gobernador de Santa Cruz no ha respondido si acudirá.
La política es firmeza y diálogo. Todo es un tema de tiempos y Arce está demostrando que está aprendiendo a pasos agigantados. La ultraderecha seguirá apostando a la desestabilización y tener la iniciativa política es una ventaja que no se debe perder. Todavía existen muchos desafíos que enfrentar.
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