marzo 28, 2023

Diplomáticos exprés a la carrera


Por  Carla Espósito Guevara * -.


Circula en medios de comunicación escrita una convocatoria que inicialmente creí apócrifa, primero, por su tenor, y segundo, porque nunca pensé que Cancillería pudiera prestarse tan fácilmente a su propio harakiri.

El Ministerio de Relaciones Exteriores es la única institución del Estado que cuenta con un centro de formación especializada en Diplomacia y Relaciones Internacionales, que es la Academia Diplomática. La mayoría de las cancillerías del mundo tienen uno, en nuestra Región existen 35. Generalmente las academias diplomáticas son parte de la estructura orgánica de los ministerios de relaciones exteriores y esto responde a una necesidad estratégica de los Estados, porque son los diplomáticos activos quienes deben formar a los nuevos profesionales y traspasar su experiencia y memoria sobre las negociaciones y acuerdos a las nuevas generaciones. Esto debe ser así porque existen eventos estratégicos que no son del dominio público, sino de conocimiento exclusivo del personal de Cancillería y el trabajo diplomático tiene además un carácter acumulativo y altamente codificado.

Pero Cancillería, a contramano de sus pares de la Región, ha decidido abdicar a las funciones de formación de su cuerpo diplomático, sacando esta tarea de la estructura orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores a la Escuela de Gestión Pública Plurinacional (EGPP), una institución joven, que no tiene experiencia en Relaciones Exteriores y tampoco mandato legal específico en este campo, contrariamente a la Academia Diplomática Plurinacional (ADP) que sí lo tiene y emana de la ley del Servicio Exterior.

Hasta el año pasado la Academia Diplomática ofrecía un curso con nivel de maestría, cuyo título está respaldado por el Consejo Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB). De este programa egresaron varios cuadros políticos del Gobierno que hoy ocupan cargos importantes, como el vicecanciller Freddy Mamani, el excanciller Diego Pary, el viceministro Benjamín Blanco, el exviceministro Clarems Endara, entre otros; pero la nueva propuesta de formación que ofrece Cancillería en vez de mejorar lo existente, ha aprobado un curso exprés, de tres meses, cuyo título será otorgado ya no por la ADP, sino por la EGPP. Con esto, aparte de arrebatarle funciones de formación y selección a la Academia, se está degradando la formación diplomática.

La convocatoria en cuestión refleja además una visión técnica, burocrática y administrativa del servicio exterior. Reduce la función diplomática a un trabajo de ventanilla y gestión de trámites, opuesto al perfil diplomático que inicialmente se planteó la ADP, que era técnico y político a la vez.

Me pregunto: ¿con un curso de tres meses los alumnos egresados podrán adquirir los conocimientos y las habilidades que requieren las negociaciones internacionales? ¿Podrán entender sucesos como la guerra de Ucrania, el desarrollo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la crisis energética mundial, la crisis financiera internacional? ¿Podrán enfrentar una negociación en la Organización Mundial de Comercio (OMC), en el Consejo de Derechos Humanos o en la COP o una mesa técnica sobre límites con Chile? ¿Lograrán aprenden al menos un idioma extranjero, requisito imprescindible para enfrentar una negociación internacional?

Creo que Cancillería está mostrando un desdén equivocado frente a la formación diplomática y esto colocará al servicio exterior entre los parias de la Región. Está optando por un camino equivocado y es mi obligación señalarlo.


*       Socióloga y antropóloga.

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