abril 19, 2024

Miguel Díaz-Canel: “Hay muchos rostros en Cuba que tienen en su expresión esa afectación provocada por ese criminal bloqueo”

Por Atilio Boron *-.


Entrevista de Atilio Boron al presidente Miguel Díaz-Canel (primera parte)

A continuación reproducimos la entrevista radial concedida por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, al escritor argentino Atilio Boron, publicada en el portal web Cubadebate.

Atilio Boron (AB).- Para nosotros es un honor en Radio Madres de la Plaza de Mayo, en Radio Universidad Nacional de Avellaneda, dar la bienvenida nada menos que al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Presidente, muchas gracias por esta entrevista, una enorme satisfacción contar con su presencia en nuestras radios.

Miguel Díaz-Canel (MD).- Gracias a ustedes, Atilio. Nosotros somos los agradecidos de que ustedes nos den esta oportunidad de comunicarnos contigo, con el pueblo argentino, con los amigos que tenemos allá y con ese pueblo hermano.

AB.- Bueno. ¡Muy bien, muy bien! Presidente, una primera pregunta inevitable, porque nosotros estamos siguiendo muy de cerca qué es lo que pasa con el bloqueo, y hemos visto que con el cambio de Presidente en los Estados Unidos acá había alguna gente que suponía que con Biden y los demócratas ahora iba a haber una revisión, que Biden había sido el vice de Obama y esto y lo otro; pero nada de eso ha ocurrido. ¿Por qué no nos plantea un poquito cuál es el panorama que enfrenta Cuba, que sigue bajo ese bloqueo de seis décadas ya?

MD.- De acuerdo, Atilio. Para hablar y comprender el tema del bloqueo en los momentos actuales hay que ubicarse también en el contexto complejo que hay a nivel internacional y en el papel que está desempeñando el gobierno de los Estados Unidos en ese afán hegemónico que tiene.

Primero, hoy hay un escenario de disputa simbólica, de poder, de guerra cultural y comunicacional, que el propio gobierno de los Estados Unidos ha venido pregonando desde hace años y que hoy deja inertes, indefensas, en desventaja a varias sociedades en el mundo.

Hay un grupo de factores, de crisis multidimensional, que se ha acelerado por la pandemia y esto ha llevado a la enajenación social y a la despolitización de determinadas sociedades, y donde están presente, incluso, situaciones a favor de una derecha ultraconservadora, donde también hay matices ya de neofascismo.

Entonces, el bloqueo a Cuba hoy hay que verlo como un bloqueo con apellido, y ese apellido es: “recrudecido”. No es el bloqueo que nosotros veníamos enfrentando y resistiendo en todos estos años; es un bloqueo que se ha recrudecido y que ha tenido un impacto severo sobre la economía y la vida de la población. Se ha recrudecido, en primer lugar, por las 243 medidas que aplicó la administración Trump y que ha mantenido de manera inalterable la administración Biden, independientemente de que las aprobó una administración republicana y que ahora continuó una administración demócrata, lo que demuestra la hipocresía, el doble rasero que hay en toda la política imperial, en esa falsedad de democracia que tanto pulula en los Estados Unidos, en sus comentarios y en sus exhortaciones.

Dentro de esas medidas hay cosas que son muy severas para Cuba: en primer lugar, la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, y, por otra parte, la aprobación del Título 3 de la Ley Helms-Burton que, como tú sabes, internacionaliza el bloqueo.

Por lo tanto, estas medidas nos han privado de combustibles, también de las remesas; han provocado un efecto muy dañino para el comercio exterior cubano, el acceso a financiamientos, el encarecimiento de las importaciones y la capacidad de atraer capital para el desarrollo. Repercute, además, en la disponibilidad energética, en la disponibilidad de abastecimiento de alimentos, medicinas, piezas de repuesto para el transporte, por lo tanto, también se afecta el transporte y el nivel adquisitivo de ingresos en nuestra población. Esto genera tensiones extraordinarias, sobre todo, en medio del esfuerzo del país para enfrentar la pandemia. O sea, esa política de máxima presión provoca a Cuba un daño con consecuencias sociales.

No podemos disponer de créditos a nivel de las instituciones financieras y bancarias a nivel internacional, se nos dificultan todas las operaciones financieras, es muy difícil exportar, es muy difícil importar. En esa historia de bloqueo recrudecido hay muchas historias de vida, hay muchos rostros en Cuba que tienen en su expresión esa afectación provocada por ese criminal bloqueo.

AB.- Permítame una aclaración, Presidente, para el público que está escuchándonos, que le digo, además, que nos están escuchando en varias partes de América Latina, ¿no es cierto?

¿Hubo algún hecho desencadenante para que de repente Cuba vuelva a ser caracterizada como patrocinadora del terrorismo?, porque durante mucho tiempo no lo fue.

MD.- Por supuesto. Ya en épocas anteriores nos incluyeron en una lista de países terroristas, y en el propio gobierno de Obama, cuando se comienzan a restablecer las relaciones con Cuba, se nos saca de esa lista.

AB.- Así es.

MD.- Trump, de manera unilateral… Esta es una lista espuria que Estados Unidos le impone al mundo de manera hegemónica, es una cosa sumamente absurda. El mundo conoce cuál ha sido la política solidaria de Cuba, el mundo conoce cuáles son los conceptos que tenemos en Cuba sobre los Derechos Humanos, cómo somos fieles a la Carta de las Naciones Unidas, cómo somos fieles al Derecho Internacional. No hay una prueba por la que se pueda juzgar a Cuba como que patrocina el terrorismo; sin embargo, Cuba sí ha sido un país que ha sufrido el terrorismo, y precisamente ha sufrido el terrorismo que parte desde los propios Estados Unidos, y hay innumerables hechos en toda nuestra historia, Atilio.

Ese recrudecimiento del bloqueo se mezcla también, coincide, converge con una agresividad intensa del gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba hoy, a partir de una guerra no convencional, de una guerra mediática intensa donde hay todo un esfuerzo por desacreditar cualquier conquista, cualquier hecho, manipular cualquier decisión que se toma en Cuba o cualquier suceso que ocurra en nuestro país, desde laboratorios de intoxicación. Hay toda una red, que tenemos bien identificada, de laboratorios de intoxicación que tienen presupuesto de agencias y del propio gobierno de los Estados Unidos para realizar la subversión ideológica hacia Cuba.

Todo esto se basa en campañas de mentiras, doble rasero, hipocresía, desinformación y atacando temas muy sensibles como el tema migratorio, atacando la democracia y los Derechos Humanos. Una conducta, además, provocadora de la Embajada de los Estados Unidos en Cuba, que se aleja groseramente del papel que debe desempeñar una misión diplomática; a tal punto que cuando uno se monta en las redes digitales se da cuenta de que hay una Cuba virtual que no tiene que ver nada con la realidad que está viviendo nuestro país, con el sentido de resistencia, la vocación humanista y solidaria, la dignidad y el heroísmo del pueblo cubano.

Fidel siempre nos decía que un mundo mejor era posible y nosotros siempre hemos compartido y hemos defendido esa máxima de Fidel; pero te digo que, en las circunstancias actuales, para que un mundo mejor sea posible también tenemos que lograr que el mundo virtual mejore, porque realmente un mundo virtual cargado de banalidad, cargado de vulgaridad y cargado de odio y de mentiras no puede reflejar entonces ese mundo que todos queremos mejorar.

A esto, Atilio, también se suma y converge con esta situación el Covid-19.

AB.- Claro.

MD.- El Covid-19 ha llenado de incertidumbre al mundo entero, el Covid-19 ha demostrado las fracturas que tiene el modelo neoliberal, el Covid-19 ha demostrado cómo países del primer mundo con todos los recursos no tienen capacidad para llevar a cabo políticas públicas que realmente sean inclusivas, sean emancipadoras y permitan proteger la vida de la gente.

Diría que es muy contradictorio que un mundo que tendría que estar centrado hoy en que todos sus esfuerzos, en que todas sus voluntades estuvieran orientadas a salvar las vidas humanas, sea un mundo que esté detenido atizando las guerras en diferentes lugares.

Con relación al Covid-19, en los peores momentos Estados Unidos arreció el bloqueo y arreció también la campaña mediática contra Cuba, tratando de aplicar, como te decía anteriormente, los conceptos de la guerra no convencional y todo esto para provocar uno de los llamados golpes suaves en Cuba; que esos golpes no se dan con ninguna suavidad.

AB.- Claro.

MD.- Recuerdo cómo el gobierno de los Estados Unidos nos negó oxígeno en los momentos en que tuvimos escasez de oxígeno por una rotura de nuestras plantas, y eso fue criminal. Nos negó la entrada de ventiladores pulmonares y de insumos que necesitábamos para nuestro enfrentamiento al Covid-19.

En Cuba, entonces, en esas circunstancias, lo primero que defendimos fue la vida de la gente y, en medio de todo ese rigor, los principales recursos que tenía el país los pusimos en función del enfrentamiento al Covid-19.

En marzo del año 2020, cuando comprendimos que los mecanismos que el mundo había diseñado para las vacunas no nos iban a favorecer en ningún momento, no íbamos a disponer de divisas para comprar vacunas y no iba a haber posibilidades, por el bloqueo, de que nos donaran vacunas, yo les solicité a nuestros científicos, alrededor del 19 de mayo de ese año, que necesitábamos una vacuna cubana que nos diera soberanía. Siete semanas después aparecía el primer bulbo de un candidato vacunal cubano, que ya todos conocemos la historia: Cuba ha desarrollado tres vacunas efectivas y dos candidatos vacunales, que están dando muy buenos resultados.

Entonces, por esas circunstancias, nosotros llegamos tarde a la vacunación masiva, porque tuvimos primero que investigar para crear nuestras vacunas, después tuvimos que realizar ensayos clínicos, estudios de emergencia en población vulnerable y en comunidades en situación vulnerable, y cuando validamos todos esos datos entonces fuimos a la vacunación masiva; pero cuando entramos a la vacunación masiva fuimos el país que logró en ese momento la mayor velocidad de vacunación. Por lo tanto, en la segunda quincena de octubre de 2021, donde ya nosotros habíamos vacunado a más del 61% de la población, comenzó a bajar de inmediato el pico pandémico de la cepa Delta que nos había durado casi un año, y por eso pudimos abrirnos al mundo nuevamente a finales de año, pudimos empezar a reanimar nuestra actividad económica y social.

Entró Ómicron, pero Ómicron entró de una manera muy suave, o sea, el pico de Ómicron en Cuba duró prácticamente el mes de enero y ya en febrero se había atenuado, y ahora hemos mantenido una meseta entre 400 y 500 casos diarios, con muy pocos fallecimientos, alrededor de dos o tres fallecimientos por semana.

Todo esto tiene que ver con lo siguiente, Atilio, y lo digo en datos: Cuba es hoy uno de los tres países con más población vacunada con al menos una dosis, con más de un 99%; Cuba está hoy entre los seis o siete países que tienen más población vacunada con esquema completo, que en el caso nuestro son tres dosis, y alcanza a más del 89,6% de la población; ya nosotros tenemos más del 60% de la población vacunada con otra dosis de refuerzo; Cuba fue el primer país en el mundo que vacunó poblaciones infanto-juveniles por encima de dos años de edad y ya hay investigaciones científicas que están dando posibilidades de empezar a vacunar a la población menor de dos años. Todo eso nos ha creado, indudablemente, una inmunidad a nivel poblacional que ha permitido que los efectos de Ómicron sean muy suaves; además, nuestras vacunas se probaron en presencia de la cepa Delta, por lo tanto, el pico de Ómicron en Cuba fue un tercio del pico pandémico más alto que fue el de Delta, cuando en el mundo la situación ha sido contraria. En el mundo los picos de Ómicron han sido más altos que el resto de los picos pandémicos.

AB.- Realmente, Presidente, sí sabíamos del desempeño de Cuba, incluso, reconocido por la Universidad John Hopkins, que es la que está haciendo toda la recopilación de los datos internacionales; claramente, Cuba aparece en una posición de excelencia en cuanto a su capacidad de controlar la pandemia con vacunales propios. Lo que nosotros creíamos era que ustedes habían recibido al principio alguna cantidad de vacunas de Rusia o de China, pero parece que ese no fue el caso.

MD.- No fue el caso, no fue el caso, Atilio, tuvimos que desarrollar nuestras propias vacunas.

Y aquí entonces hay una situación de convergencia de esos tres elementos que te he dicho: bloqueo recrudecido, agresividad intensa con una campaña comunicacional de desacreditación de la Revolución por parte del gobierno de los Estados Unidos y las complejidades de la pandemia.

Entonces, ahí sería bueno decir: ¿qué hace Cuba en esa situación? Porque, indudablemente, el gobierno de los Estados Unidos apostó a que en esta situación la Revolución cubana se caía, incluso alentó que hubiera un “golpe suave” en Cuba el 11 de julio, que todos conocemos que ocurrieron un grupo de hechos vandálicos –después podemos hablar sobre eso, ampliar–, y también preparó toda una “obra de teatro” ante el mundo suponiendo que el 15 de noviembre, y así lo anunciaron, el mundo amanecía con una Revolución cubana caída. ¡Pero nada de eso!

Nosotros no nos vamos a doblegar, nosotros vamos a seguir resistiendo, pero con un concepto de resistencia creativa, que es precisamente la manera en que enfrentamos el Covid-19, o sea, resistimos, pero en esa resistencia, con talento, esfuerzo e inteligencia, crecemos también, y en medio de esa resistencia somos capaces de avanzar, y así lo hicimos con el Covid-19: pudimos vencer el Covid-19, pero le estamos dando, y para compartirlo con el mundo, si el mundo lo necesita, vacunas altamente eficaces. Pero Cuba, en medio de esa resistencia, fue el país que envió brigadas médicas a varios países para enfrentar el Covid-19, incluso, cuando el Covid-19 era el epicentro en ciudades, por ejemplo, italianas, en ciudades europeas.

Por otra parte, nosotros seguimos ratificando el reconocimiento y defensa de nuestras esencias a las que no vamos a renunciar: la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, que tenemos que seguir construyendo y perfeccionando, y la seguridad en las conquistas de justicia social, que eso es precisamente el socialismo que defendemos en Cuba. Y estamos, en medio de toda esta situación, perfeccionando nuestros mecanismos de democracia, nuestros mecanismos participativos, nuestros mecanismos de control popular.

A eso sumamos una lucha por la prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluye el desarrollo científico, y esa ha sido una de las apuestas que hemos planteado como uno los pilares de la gestión de gobierno; a una riqueza espiritual superior, porque el tema no es resolver solo problemas materiales, hay que crecerse también en lo espiritual, en lo sentimental, en lo emocional; al bienestar que empodere tanto el diseño de lo funcional como lo bello en las cosas que se hacen.


  • Cientista político.

*       Cortesía de Cubadebate / http://www.cubadebate.cu/

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