febrero 12, 2025

Doce años de la nueva Política Exterior Boliviana

Por Benjamín Blanco-. 


Bolivia logra consolidar su Política Exterior soberana, con identidad propia, basada en relaciones de respeto, complementariedad, solidaridad y equilibrio entre países, incidiendo en las discusiones globales y promoviendo nuestros propios intereses.


La política exterior no puede disociarse de la política interior del Estado, ambas se interfieren mutuamente y no son más que dos facetas de una misma realidad política, tanto en su dimensión institucional como en su base social, la Política Exterior de nuestro país desde la desde la llegada del Presidente Evo Morales a la presidencia de Bolivia, no es más que un reflejo de la profunda transformación política económica y social de nuestro país.

Durante muchos años las Relaciones Internacionales se encontraban subordinadas a intereses externos a nuestro país, con una clara sumisión a intereses muy ajenos a los nuestro, recordemos por ejemplo que la Embajada de Estados Unidos que cualquier nombramiento de ministros, del mando militar o policial debía contar con el aval de la embajada, incluso algunas Leyes y Decretos debían pasar por la revisión de la Embajada antes de aprobarse.

A partir del año 2006 se construye una Política Exterior Boliviana. La implementación del modelo económico, social, comunitario y productivo y la nacionalización de nuestros recursos naturales, dotó a Bolivia de los recursos necesarios para alcanzar una estabilidad macroeconómica sin precedentes en la historia de nuestro país, permitiendo cortar la dependencia que se tenía con los Organismos Financieros Internacionales (en especial el FMI) y con la cooperación condicionada al diseño de políticas a la medida de lo que exigía Estados Unidos.

A partir de esta independencia, Bolivia logra consolidar su Política Exterior soberana, con identidad propia, basada en relaciones de respeto, complementariedad, solidaridad y equilibrio entre países, incidiendo en las discusiones globales y promoviendo nuestros propios intereses.

La Política Exterior boliviana se basa en la filosofía del Vivir Bien, buscando contribuir a un nuevo orden mundial donde se imponga el derecho a la vida, la paz, el equilibrio, la complementariedad, la inclusión y la armonía con la madre tierra.

La Diplomacia de los pueblos es la principal herramienta de esta Política Exterior, permitiendo establecer nuestras propias prioridades, pese a las presiones externas, recuperando la dignidad en el concierto internacional, construyendo relaciones no solo entre gobiernos sino que también entre movimientos y organizaciones sociales.

Esta diplomacia promueve y facilita no sólo el relacionamiento entre cancillerías sino también entre pueblos y valoriza el respeto a los Derechos Humanos y principios de la vida por sobre criterios exclusivos de mercado y capital [1], procura entender, dialogar y trabajar para todos, y no para algunos sectores privilegiados, priorizar los intereses de la nación sobre los intereses de cualquier sector.

En este marco Bolivia ha promovido la Conferencia Mundial de los Pueblos “Por un mundo sin muros hacia la ciudadanía universal”, que estableció las propuestas desde los pueblos para un nuevo orden mundial respecto al problema de la migración, con la participaron de delegaciones de 41 países.

En el ámbito comercial una de las consecuencias más graves del sometimiento de nuestra Política Exterior, son los compromisos asumidos de manera unilateral para la liberalización de mercados, donde sin recibir nada a cambio, se limitó de manera perpetua la posibilidad de aplicar aranceles a las importaciones superiores al 40% [2], compromisos de privatización de empresas del estado [3] e incluso la liberalización de servicios de salud.

En estos últimos doce años Bolivia, ha tomado un rol protagónico en foros multilaterales, llegando a convertirse en referente para varios temas, como son el cambio climático y los derechos de la madre tierra, la migración, el reconocimiento de los pueblos indígenas, el derecho al agua y saneamiento, seguridad alimentaria, el mantenimiento de la paz, entre otros varios.

En el ámbito bilateral, más allá de las diferencias de visión del desarrollo que puedan existir, Bolivia se relaciona con todos los países del mundo sobre las bases del respeto mutuo que debe existir entre estados. La agenda bilateral nunca antes se vio tan dinámica, Bolivia ha despertado el interés de varios países del mundo, por un lado gracias a los resultados del modelo económico y por otro lado por el liderazgo internacional de Bolivia.

El tema marítimo merece un capítulo aparte, es la primera vez desde la invasión a Antofagasta en 1879, que nuestro país presenta una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), sin lugar a dudas esto no habría sido posible sin el legítimo liderazgo y determinación del Presidente Evo Morales, para decidir acudir a tribunales internacionales para reclamar el derecho de obtener una salida soberana al océano Pacífico, asistidos por la razón, la justicia, el derecho y la historia.

La ejecución de la Política Exterior boliviana y el liderazgo del Presidente Evo Morales, ha logrado sumar el apoyo de 48 jefes de Estado, 33 cancilleres, 62 comunicados y declaraciones conjuntas, siete de organismos internacionales, 19 personalidades mundiales, 2 Papas e incluso 48 personalidades y líderes políticos de Chile, a nuestra demanda marítima.

Por otra parte Bolivia luego de cuarenta años, ha sido miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, su actuación ha permitido obtener reconocimiento internacional, por la vocación pacifista y las propuestas constructivas a los problemas y conflictos internacionales, bajo los principios de la carta de las Naciones Unidas sobre igualdad soberana de los Estados, no interferencia en asuntos internos y la resolución pacífica de controversias por medios diplomáticos.

Durante la presidencia de Bolivia en el Consejo de Seguridad impulso un debate sobre aguas transfronterizas, el caso Palestina, la no proliferación de armas de destrucción masivas, la situación en Haití y las minas antipersonales, temas en los que Bolivia nunca antes hubiese podido incidir en el contexto internacional.

En el marco regional, Bolivia jugo un rol protagónico, destacando la adhesión al MERCOSUR con la visión de ser el país de convergencia entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR, uniendo el Pacífico con el Atlántico, la creación de la UNASUR, la CELAC, la reingeniería de la CAN que le permitió subsistir a la crisis generada por los TLCs suscritos con Estados Unidos, entre otros.

El liderazgo de nuestro país nos permite contar con el amplio reconocimiento de de la región, muestra clara de esto es la confianza que por consenso los 33 países de América Latina y el Caribe han depositado en Bolivia, para que asuma la presidencia de la CELAC, en un contexto internacional global complicado.

Uno de los desafíos más importantes de la Presidencia boliviana será encontrar los consensos necesarios para la realización de Jefas y Jefes de Estado de los países de la CELAC y la Unión Europea, cumbre que viene siendo postergada desde el año 2017 (la última se realizó en Bruselas en 2015).

1           Ley de Celebración de Tratados No. 401 Artículo 22.

2           Compromiso asumido por Bolivia en el GAT de la OMC.

3           En el Acuerdo General de Servicios de la OMC, Bolivia se compromete a privatizar ENTEL.

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