Por Alfredo Jalife * -.
La mayoría del público, deliberadamente desinformado, ignora la dimensión de la guerra de Israel –el ejército más poderoso de Medio Oriente, dotado de un arsenal clandestino de 300 bombas nucleares gracias al apoyo irrestricto de los Estados Unidos, sin contar su supremacía cibernética y el apoyo determinante de la globalista banca jázara de Wall Street y la City– frente a la guerrilla palestina sunita de Hamas, de 30 mil militantes con artefactos caseros.
Profiérase lo que se profiera, los seis meses de guerra de Israel no han podido derrotar a una guerrilla del paleolítico inferior escondida en la profundidad de los túneles de Gaza, donde puede resistir dos años por lo mínimo, según los asertos del exdiplomático británico Alastair Crooke, uno de los máximos conocedores de Medio Oriente, en su entrevista con el juez Napolitano.
Israel no ha podido derrotar a Hamas ni liberar a los más de 100 rehenes: uno de los principales objetivos de su guerra que se ha expandido a los siete frentes de Israel.
Los seis meses de la guerra de Israel contra Hamas han dejado más de 33 mil muertos civiles palestinos (70% niños y mujeres), y la destrucción de 70% de inmuebles e infraestructura de Gaza, debido primordialmente al apocalipsis cibernético palestino, un genuino cibergenocidio, mediante su inteligencia artificial (IA) de The Gospel y Lavender.
Es normal que poco se haya abordado en los multimedia de Occidente, en su aplastante mayoría controlados por el lobby y la banca israelíes, de los alcances del cibergenocidio palestino perpetrado por Israel.
Se sabía desde hace mucho de las andanzas de la legendaria ciberseguridad y ciberterrorismo de Israel, apuntaladas por los Estados Unidos, a niveles de vulgar espionaje –como sucedió con Pegasus en México, paraíso de la ciberseguridad/ciberterrorismo de Israel y del Mossad, y del hackeo mediante el gusano informático maligno Stuxnet contra las plantas nucleares de Irán–, pero nunca se había develado el cibergenocidio de un amplio número de 37 mil marcados palestinos civiles con sus familias e inmuebles mediante los sistemas de IA militar The Gospel y Lavender –adelantados en el libro The Human Machine Team: cómo crear sinergia entre la inteligencia humana y la artificial que revolucione nuestro mundo, del brigadier general israelí Y. S.–.
Adil Ahmad Haque, profesor de la prestigiosa Escuela Pública de Derecho Rutgers en Nueva Jersey, autor del libro Ley y moralidad en la guerra –que, a mi juicio, no ha podido sustituir al clásico concepto de la guerra justa del fenicio cartaginés San Agustín de Hipona–, expone en un tuit la pesadilla que enfrenta cada abogado humanitario internacional ante las seis etapas de la IA militar de The Gospel y Lavender de Israel, redactados por el cineasta y periodista Yuval Abraham en +972 Magazine y Local Call de Israel: 1) Lavender marcó a decenas de miles de palestinos usando IA; 2) se revela el mensaje ¿dónde está papá?, sistema que rastreaba estos objetivos y avisaba al Ejército cuando entraban en sus hogares familiares; 3) cómo se eligieron bombas tontas para atacar estas casas; 4) el Ejército aflojó el número permitido de civiles que podían morir durante el bombardeo de un objetivo; 5) el software automatizado calculó de manera incorrecta la cantidad de no combatientes en cada hogar; y 6) en varias ocasiones, cuando una casa fue atacada de noche, el objetivo individual a veces no estaba dentro, porque los oficiales militares no verificaron la información en tiempo real.
En la fase de ciberterrorismo/ciberseguridad globales y cibergenocidio en Gaza, ¿a quién corresponde legislar la militarización de la IA y su indiscriminado uso antihumano?
* Escritor
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