Por Esteban Ticona Alejo * -.
Los últimos días del mes diciembre de 2024 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México recordó el 31 aniversario del inicio del levantamiento el 1 de enero de 1994. La prensa solidaria internacional destacó la fuerza organizativa, recibiendo a más de mil personas de México y del mundo, como también a la representación de bases de apoyo en el denominado Encuentro Internacional de Resistencia y Rebeldía. Además, para quienes no pudieron llegar a San Cristóbal de las Casas en Chiapas a la discusión de las distintas mesas, se transmitió en vivo vía streaming. En Bolivia muy pocos medios de comunicación brindaron alguna cobertura al Encuentro.
El EZLN en los últimos años fue organizando eventos parecidos al de 2024, pero el reciente es nuevo en el tratamiento de temas como la autocrítica y la perspectiva del EZLN. Fue tan gratificante ver y escuchar a las y los zapatistas con frases como que “no quieren enseñar, sino contar”, “no quieren mostrar un camino, sino compartir” y cómo “se preparan para el día después”. Para ello han estudiado su pasado y viajado. No es que los zapatistas estaban atrincherados solo en su territorio autónomo. Contaron algo de su viaje a Europa en 2021, otro momento de profunda observación y reflexión de los problemas del mundo.
No solo están siguiendo el mundo y sus problemas, sino también el México actual y profundo. Por ejemplo, criticaron el Programa Sembrando Vida, porque alimentaría la división y el enfrentamiento dentro de las comunidades. También cuestionaron la propuesta de la “Cuarta Transformación” llevada a cabo por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, porque sería una especie de reorganización capitalista de México.
Lo más sobresaliente del encuentro fue la profunda autocrítica de cómo estaban organizados el EZLN, bajo una lógica piramidal, y eso era continuar reproduciendo la lógica capitalista. Incluso expusieron el cómo se fueron “elitizando” y cómo había poca comunicación con las bases. Todas estas preocupaciones les llevaron a sepultar la forma organizativa piramidal. Pero, ¿cuál es la organización con la que se ha sustituido? El Común o la Comunidad, con fuerte base ancestral. Le llaman la genealogía de lo común, que es una propuesta colaborativa y colectiva frente al método capitalista, que es la propiedad privada. La propuesta de lo común o de la comunidad también es una propuesta a los pueblos indígenas y campesinos: “retrocediendo el reloj de la Historia”. Es una especie de retorno a los tiempos en que las comunidades ancestrales se reunían para deliberar, se informaban y tomaban decisiones colectivas. ¿Cómo se denomina en las lenguas de los pueblos indígenas de Chiapas lo común o la comunidad? En la región andina se llama el Thakhi (en aymara) y el Ñan (en quechua), que quiere decir simplemente: el camino.
El capitán insurgente Marcos (antes llamado subcomandante Marcos y Galeano, respectivamente) destacó que “cuando los compas hablan del común no dicen hay que hacer esto, ellos están diciendo nosotros estamos haciendo esto”.
Otras preocupaciones que afloraron en esta especie de informe y relanzamiento del EZLN fueron la educación y la salud. Se habló de hospitales, al parecer mediante una relación intercultural de la medicina occidental y la ancestral. En el tema de la educación se recalcó que aún existen problemas que se reproducen, por ejemplo, el alcoholismo. Mostrar a la comunidad rebelde y en resistencia, pero a la vez presentar una comunidad no idealizada y con problemas, es una de las más esclarecedoras apuestas a futuro. ¡Honor y gloria para la comandante Ramona! ¡Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ukhama sutiniwa. Jilat, kullakanakan sarnaqawipa kha Chiyapa, México tuqina. Amtawayapxiwa 31 mara unxtasiwita. Jiwasanakan suma jathasaruwa kutt’añasa sasaw sawayapxi. Jallalla EZLN!
* Sociólogo y antropólogo aymara boliviano.
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