Lima-. La situación del expresidente neoliberal Alan García tiende a agravarse hoy, tras revelarse falsos aportantes a su campaña electoral de 2006, algo similar a lo que mantiene en la cárcel a la dirigente neoliberal Keiko Fujimori.
Así lo indicaron parlamentarios de diversas bancadas ante los testimonios de cinco ciudadanos que declararon al diario El Comercio que figuran como contribuyentes a la campaña en la que García fue elegido presidente por segunda vez, en 2006.
Entre los declarantes figura Giorgina Fernández, una humilde ama de casa, quien dijo que ‘nunca he aportado nada’ ni tiene posibilidades de hacerlo, por su pobreza.
El legislador centrista Yonhy Lescano señaló que, por el mismo motivo, está sometida a prisión preventiva desde octubre pasado la jefa del neoliberal partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, cuya apelación contra la medida, prevista por 36 meses, será vista por una corte el sábado próximo.
Lo que han hecho los dos es lavar dinero proveniente de fuente ilícita, dijo Lescano, en referencia a que la empresa brasileña Odebrecht reconoció aportes electorales a los partidos de García y Fujimori, que no fueron declarados, sino enmascarados como la suma de pequeños aportes de ciudadanos.
‘Keiko Fujimori ya está presa, ahora falta Alan García’, agregó
convencido de que son culpables , aunque ambos casos están todavía bajo investigación.
El vocero de la bancada parlamentaria del grupo oficialista Peruanos por el Kambio, Jorge Meléndez, expresó que la denuncia ‘podría tener consecuencias similares a lo que está pasando con la Keiko Fujimori’.
‘Los donantes falsos tendrán que decir quién ordenó eso, hay toda una cadena de mando que nace desde un líder (García). En el caso de Keiko, se demostró que ella tenía conocimiento del dinero que ingresó de forma ilegal a su partido, en este nuevo caso me da la impresión que va a ocurrir lo mismo’, dijo.
‘Todo candidato tiene conocimiento del dinero que ingresa a su campaña, si bien hay un jefe de campaña, es imposible que el candidato no sepa de dónde provienen los dineros que ingresan a su partido’, señaló adelantándose a alegatos de García de que no manejaba las finanzas de su campaña.
El legislador progresista Humberto Morales manifestó también que ‘es el mismo modus operandi de Keiko Fujimori’ para ocultar dinero de oscuro origen, que calificó de dádivas que son pago adelantado de futuros favores del beneficiario, si llegara al gobierno.
El abogado de García, Erasmo Reyna, argumentó que su cliente no estaba informado de la procedencia del financiamiento de su campaña y que los ciudadanos que denuncian que fueron acreditados falsamente como aportantes, tal vez lo dicen por confusión.
Según Reyna, es posible que no sepan que sus pagos al partido Aprista de García por otros motivos, fueron registrados como aportes a la campaña de 2016, pero ellos niegan ser apristas.
García es investigado por lavado de activos y colusión agravada y prohibido de salir del país por 18 meses e intentó el mes pasado asilarse en Uruguay alegando ser perseguido político, lo que según diversos juristas, agravó su situación por tratarse de un intento de fuga.
El pedido fue rechazado por el gobierno uruguayo, según el cual García no es objeto de persecución sino de acciones legales por posibles delitos comunes.
Con el afán de insistir en presentarse como perseguido, García denunció en días pasados que sus teléfonos son espiados, lo que motiva dudas generalizadas por su pérdida de credibilidad debido a que, tras someterse a la prohibición judicial de salir del país, intentó el asilo fracasado.
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