La Paz .- El vicepresidente Álvaro García Linera afirmó el jueves que los procesos progresistas en América Latina permitieron que millones de personas mejoren sus condiciones de vida, reflexión que emitió durante su disertación en el XV Congreso internacional de medicinal social y salud colectiva que se realiza en La Paz.
«Los gobiernos progresistas han significado en los últimos diez años para América Latina, que millones de personas hayan podido mejorar sus condiciones de vida. Por los menos millones de personas pudieron comer tres veces al día (…) el ciclo progresista significó un descenso de la pobreza absoluta y un incremento de la franja intermedia de la sociedad latinoamericana», aseveró citado en un boletín institucional.
García Linera explicó que en tiempo de los gobiernos neoliberales se dio el incremento de la clase alta, el mantenimiento de la clase media y el incremento notable de la clase pobre y extremadamente pobre; mientras que, en tiempos de los procesos progresistas, la clase pobre y extremadamente pobre decreció significativamente y se dio una distribución de la riqueza equitativa para con los más necesitados.
«Bolivia ha tenido un récord mundial de reducción en términos porcentuales de la extrema pobreza, un incremento de la clase media de origen popular y una ampliación de la clase media consolidada», complementó.
El segundo del Ejecutivo destacó que otro de los grandes logros de los gobiernos progresistas es el esfuerzo por la construcción de organismos aglutinadores propios como la ALBA, Celac y Unasur que fueron espacios de unidad y articulación regional sin el tutelaje de Estados Unidos.
Asimismo, comentó respecto a las paradojas que se presentaron en los procesos progresistas, entre las que destacó la de democracia-revolución, la primera entendida como la participación de los más pobres en la toma de decisiones y dijo que a mayor participación existe mayor revolución.
«No puede haber revolución sin democracia y a medida que se intensifica la democracia es que la revolución puede avanzar, esta es una lección clave», enfatizó.
De la misma manera, señaló como otra paradoja al movimiento social-Estado y señaló que el Estado es monopolio y movimiento social es democracia, por ello ambos deben ser desarrollados en paralelo, «Bolivia ha demostrado que un proceso revolucionario es una mezcla de movimiento social y de Estado, hay momentos de amplia democratización de las decisiones y momentos de centralización», agregó.
Entre las debilidades que tuvieron los procesos progresistas latinoamericanos, el vicepresidente distinguió como las más importantes al manejo adecuado de la economía para favorecer a la población de todo el país, «el proceso revolucionario debe mostrar pronto un conjunto de mejoras (…) tienen que tener una capacidad de gestionar y de transformar la economía para que la gente más vulnerable y necesitada mejore sus condiciones de vida», agregó.
Ese evento es organizado por la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Medicina Social y Salud Colectiva (Alames), creada hace 35 años y es la primera vez que se desarrolla el evento en Bolivia, además cuenta con la participación de más de mil representantes provenientes de una veintena de países.
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