mayo 1, 2024

Su “Libertad de Expresión” y la Nuestra

por: Fernando Buen Abad Domínguez

¿Es posible la “Libertad de Expresión” bajo el Capitalismo?

Mientras los mass media sean “propiedad privada”, o entes peleles sometidos a gobiernos de la burguesía, no habrá “Libertad de Expresión” democrática… habrá “Libertad de Expresión” burguesa. Ni Televisa, ni RCTV, ni Globovisón, ni El Mundo, ni El País, ni ABC, ni el Clarín, ni la Nación….serán jamás voceros de las luchas democratizadoras, participativas, mientras sean herramientas para atacar, negociar y mentir en manos privadas. Es imprescindible tener esto bien claro. El papel de los medios burgueses, repitámoslo mil veces y más es (además del linchamiento público de las luchas sociales y de sus líderes) enmudecer a los pueblos, hacer invisibles sus batallas y sus demandas. Las oligarquías jamás tolerarán dar voz a la clase que odian.

6 o 7 dueños dominan los 6000 medios más influyentes del mundo. Nadie debe esperar “Libertad de Expresión” democrática bajo la dictadura del capital, del reino donde campea, impune, el culto a la personalidad de los mediocres, de la publicidad degenerada en exageraciones serviles, de la conspiración sistemática contra la memoria, la dignidad, la cultura, la ciencia y la emancipación de los pueblos: Disney, AOL-Time Warner, Sony, News Corporation, Viacom, Vivendi y Bertelsmann… y todos sus lebreles, imitadores, sucedáneos, cómplices y serviles.

No es lo mismo libertad de empresa y “libertad de expresión”

La “Libertad de Expresión” revolucionaria no puede existir en estado pasivo, en una meseta neutra, con una “objetividad” ilusoria y aletargada… debe vivir en lucha dialéctica permanente para abrir espacios, lenguajes… relaciones sociales. Debe florecer en la praxis de una dialéctica de la “libertad” no burguesa. La “Libertad de Expresión” nuestra, la que lucha contra el capitalismo es la que debe ser ejercida en un escenario transparente para la búsqueda de la verdad construida entre todos. No por los estafadores de conciencias que prostituyen a escritores, a periódicos o mass media enteros. Si no se comprenden las raíces económicas del capitalismo, sin un diagnóstico profundo sobre sus implicaciones políticas y sociales y sin poner a la “Libertad de Expresión” revolucionaria como una tarea democratizadora central, es imposible dar el menor paso para entender cómo organizarse y luchar para terminar definitivamente con la barbarie mediática de la burguesía.

“Libertad de Expresión” en el diccionario del discurso burgués significa: “Libertad de Mercado” noticioso, incluso, para inventar el mundo que a ellos mejor les acomoda a la hora de explotar y alienar a multitudes de trabajadores. Eso es un delito de alta traición que se aprovecha de pueblos lacerados por la miseria educativa y cultural. Delito de robo agravado de la verdad con el secuestro en forma de la “propiedad privada” de los medios para la información colectiva. Delito, pues, impune y a la vista de todos. Delito impune en la plaza pública.

La mayoría de los mass media burgueses han mostrado su manía por el desfalco de la realidad y la subordinación bajo los intereses de los amos. Se entregan dócilmente a los generales oligarcas y a sus oficiales represores, a los gerentes y a los anunciantes. Producen su “información” o su “comunicación” sólo con el fin de obtener ganancias para beneficio de sus jefes. No importa la verdad, la respetabilidad, la honestidad… importa convertir en creíble cualquier mentira que “venda”. Exigen para eso “libertad” de acción, “libertad” de empresa, “libertad” para sus negocios informativos, “libertad” para la degeneración de las comunicaciones sociales.

No nos engañemos. El capitalismo que con sus mass media exalta la “igualdad”, como palabrería para quedar bien, sólo persigue la exclusión de toda expresión que no sea la expresión de los intereses burgueses. Esa es la realidad que nos aplasta. Cada vez más personas son silenciadas. El problema de la “Libertad de Expresión” revolucionaria no será resuelto sólo con “leyes” ni con acceso a los mass media, el problema es el debate entre el Capital y el Trabajo… es el problema de la lucha de clases.

No habrá Libertad de Expresión verdadera si la comunicación sigue secuestrada por el capitalismo

Hoy las luchas democratizadoras de la “Libertad de Expresión”, comunicación e información marcan un punto de inflexión en la lucha contra los regímenes oligárquicos en América Latina. Una lucha de las clases sociales dominadas y explotadas ha decidido derrotar el control sobre la interpretación del mundo y su transformación. Lucha contra la Iglesia, las monarquías, los terratenientes, los ejércitos, las burocracias, las burguesías, los imperialismos… lucha contra las clases dominantes y contra su secuestro sistemático de la “Libertad de Expresión”. Lucha contra todo lo que mantiene bajo su control mercantil la realidad, la expresión de clase y el flujo revolucionario de la información.

No importan las lágrimas del cocodrilo burgués ni los gritos histéricos de los amigos de los oligarcas que ocupan cargos de nivel nacional o internacional… no importa la palabrería de los “políticos” ni de los “académicos”, ni los de los “periodistas” que son, y han sido, serviles a los intereses capitalistas. Lo importante es que el pueblo triunfe en cada tarea que emprende y que haga suyos todos los medios necesarios para informarse e informar al mundo sus logros magníficos.

La industria fabricante de espejismos noticiosos comete un asesinato diario y en público que es un asesinato cultural: la muerte de la verdad

Asesinato de la verdad colectiva ante las miradas atónitas de la población, los niños, los adolescentes, los adultos, hombres y mujeres. Y lo convirtieron en negocio. Lindos muchachos, científicos de la “información” burguesa, “profesionales” de la noticia, “salvaguardas” de los hechos… sepultureros de la verdad. Y rondan impunemente. Esa es la “Ética” burguesa que consiste en mentir sobre los hechos, desfalcarlos, someterlos a intereses de facciones mercantiles o políticas (que suelen ser lo mismo) y es un delito contra la humanidad. La Ética y la Moral burguesa para la producción informativa, que manipula a su antojo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la misma Ética y Moral que se hace llamar “periodística” para esconder sus latrocinios, hurtos, saqueos, crímenes mientras, se llenan la boca, una y otra vez, con la defensa de la “Libertad de Expresión” es decir la de ellos… la que les conviene.

¿Qué hacer?: Organizarse… movilizarse… elevar la conciencia… ganar la batalla simbólica

Nos urge impulsar un Frente Internacional de la Comunicación Emancipadora que haga suyas las luchas de los pueblos, que las haga su agenda central para liberar los medios de comunicación del control mercenario de las mafias monopólicas trasnacionales; que contribuya a construir una nueva comunicación con “Libertad de Expresión” revolucionaria, desde abajo, en todos nuestros países, bajo control de los trabajadores organizados, solidarios y con un programa revolucionario hacia el socialismo.

Mientras el Capitalismo ve perecer muchas de sus grandes verdades de clase, (es decir algunos de sus “logros”, mayores y no pocos de sus “símbolos” más preciados); ascienden triunfantes los “signos” nuevos de la lucha proletaria que gana batallas y espacios concretos en la realidad y en los imaginarios mundiales. Pero no se trata de triunfos fáciles, la refriega es fenomenal. También la burguesía invierte millonadas en imaginación alienante.

De nada sirve sólo el análisis y sólo la denuncia. Hace falta la acción consciente para transformar la realidad

Presentar batalla ideológica a la burguesía implica no imitar métodos, no competir con los mass media burgueses calcando sus lenguajes y sus tácticas. Es necesario articular medios y modos según el momento de las luchas, enriquecer la difusión de la prensa obrera, ampliar sus círculos, mantener firme la vanguardia en las ideas y las intervenciones, elevar el nivel de la conciencia y defenderse a toda costa de la intoxicación y manipulación del ideario burgués y de su estética narcotizante. Expropiémosle lo mejor y usémoslo contra lo que nos agobia… pero además construyamos la mirada y la voz propias, el arte, el gusto, la cultura dinámica que se libera de la alienación. No sólo hay que defenderse hay que reconstruirse, fortalecerse y ganar la batalla de las ideas y de las formas… la batalla simbólica.

Es imprescindible aprender a estar atentos, alertas, a la defensiva contra todas las maneras, por “divertidas” que nos parezcan, que la burguesía ha inventado para tenernos “entretenidos” mientras nos saquean y nos asesinan. Es necesario “orientarnos”, buscar la información que producen nuestros compañeros, nuestros aliados, directos e indirectos, que luchan hombro a hombro con el proletariado mundial, contra las armas de destrucción mass mediadel ejército de ideólogos mercantiles especializados en alienación.

Es indispensable que estemos alertas porque la burguesía se dedica a convertir en “víctimas” a los verdugos, se las ingenia para reprimir y criminalizar a quienes luchan por liberarse del yugo capitalista. Son capaces de ahogar en sangre los crímenes más horrendos para hacer invisibles tropelías como la bomba de Hiroshima, la invasión a Irak… y desde luego el robo degenerado que han desatado contra todos los pueblos del mundo. Día a día, hora tras hora…

Uno bien sabe que cualquier restricción a la “Libertad de Expresión” revolucionaria es invariablemente una restricción que recae sobre la clase obrera. La democratización de los mass media será útil para el proletariado sólo en si la ayuda a impulsarse en el desarrollo de la lucha de clases. Por eso es absolutamente necesario que la democratización de la “Libertad de Expresión” sea conducida por la clase trabajadora. Uno sabe bien cuántas estratagemas traidoras anidan en la imaginación burocrática o sectaria de quienes pergeñan arreglos, reconciliaciones, reformas… de toda clase y que terminan siendo medidas restrictivas con facha de “democráticas” contra la clase trabajadora. Es vital estar atentos a este peligro.

La lucha revolucionaria por la “Libertad de Expresión” debe oponerse a las mordazas sobre la opinión pública, su tarea suprema consiste en liberarla del yugo capitalista. Y esto sólo es posible impulsando a los medios de producción informativa y comunicacional para que emerjan de las manos de toda la sociedad. Se trata de una paso fundamental para la construcción del socialismo en donde incluso, las corrientes de la opinión pública honestas, que no han tomado acciones traidoras contra la Revolución Socialista, deben tener la oportunidad de expresarse libremente, de debatir e interrogar profundamente cada paso que se verifique. El deber del estado obrero es hacer accesible a ellos, en proporción a su número, todos los medios técnicos que requieran, como prensas, papel y transporte.

Es absolutamente absurdo creer que prohibiendo el pensar antagónico a la Revolución de los trabajadores estos se librarán de la influencia de las ideas reaccionarias. Es al contrario… cuanta mayor democratización de la “Libertar de Expresión” se garantice, mejores serán las condiciones para el avance del movimiento revolucionario hacia el socialismo. Mayor flujo y riqueza en los debates. Eso implica enriquecer la lucha de las ideas contra la ideología y la prensa reaccionaria. Porque la lucha consiste también en el debate de las ideas, los principios que, tarde o temprano enriquecerán los talentos organizativos… y eso deben construirlo los trabajadores que no pueden permitir que nadie, ningún burócrata, ningún intermediario burgués sustituya su lucha.

Uno de los modos más efectivos de combatir las ideas, formas, manías y moralejas de los mass media burgueses es hacer crecer, en cantidad y calidad, los medios y los modos de la comunicación revolucionaria de los trabajadores. Llegará el momento en que ninguna basura del aparato mediático capitalista podrá convencer o sensibilizar a la clase trabajadora… serán incapaces de ganarse a los pueblos y nunca más podrán someteros a los designios de la esclavitud. No es difícil advertir qué tan importante es, en la lucha contra los mass media burgueses, denunciar y expulsar a todo agente de reconciliación de clase, negociación reformista “democrática” de superficie… entrenado para degenerar a las organizaciones de la clase trabajadora inoculándole matrices ideológicas burguesas. Pongámonos a salvo de ese peligro tengamos en claro siempre que los trabajadores deben desarrollar un proyecto socialista de comunicación armándose con cuanto medio se ponga a modo para hacerse la “Libertad de Expresión” revolucionaria que exprese sus necesidades, defienda sus intereses, amplíe su horizonte, prepare y fortalezca, -permanentemente- el camino para la Revolución Socialista.

No basta con tener medios (incluso si son muchos) es necesario impulsar una Política de Comunicación Revolucionaria

Por esto es invaluable el trabajo informativo producido por los movimientos sociales de base, los colectivos de comunicación comprometidos con la verdad y todos esos periodistas que, organizados o independientemente, son fuerza, inspiración y base para una disciplina sustancial que consiste en presentar y comunicar (poner en común, construir comunidad) los hechos con honradez movilizante para transformación de la realidad. Presentar la verdad de los hechos pero no aquella “verdad” fabricada aisladamente sino la verdad que es producto de una intervención colectiva. He ahí la fuerza de comunicación desde abajo que derrota los delirios dictatoriales de las oligarquías. He ahí la fuerza movilizante de documentalistas, reporteros, informadores sociales… trabajadores de la Comunicación que, desde frentes diversos, producen herramientas de organización indispensables a la hora de identificar a los sujetos sociales en lucha, sus definiciones, carácter e intereses. Trabajo de comunicación que incluye a artistas, pensadores, inventores no complacientes con lo que se vive y en búsqueda de un mundo mejor… sin capitalismo y de todos. La lista ahora, por suerte, crece permanentemente. Pero falta mucho.

Falta acuerdo y agenda nuestra desde abajo y de organización. Falta capacidad de sumarse y de suma aunque, desde luego, hay voluntades magníficas con experiencias puntales pero falta esa organización que ponga puntos sólidos de coincidencia y avance de inmediato hacia la defensa de los mejores logros en las luchas sociales. Falta organización que ponga en común las tareas de comunicación, sin autoritarismos ni absolutismos, sin aristocracia y sin burocracia. Organización con base social y revolucionaria donde se construyan acuerdos y se sumen las fuerzas, que son muchas, que las hay pero dispersas, que no tienen diferencias sustanciales y pueden tener coincidencias fundamentales. Ya es hora. 


*    Filósofo e investigador mexicano.

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