abril 30, 2024

Elecciones en Colombia, entre la indiferencia y la ilusión

La lectura de los resultados de las elecciones colombianas varía en función de qué medio interprete los resultados en un país que altamente indiferente hacía el hecho electoral y cuya abstención suele superar el 50% de la población. Las pocas veces que un movimiento político ha logrado despertar un interés real entre las mayorías sociales, como fue el caso de la Unión Patriótica en los años 80, fue exterminado políticamente mediante el asesinato de sus 5000 militantes; incluidos candidatos presidenciales, diputados, senadores o alcaldes.

Por eso, en una buena parte de la izquierda latinoamericana y mundial se ha acogido con ilusión el buen resultado en la votación de Gustavo Petro, exguerrillero del M19 y exalcalde de Bogotá.

Sin embargo, un análisis frío de los datos nos dice que quien ganó la elección no fue Petro, sino la derecha, que superó los 9 millones de votos, siendo el gran triunfador el ganador de la consulta al interior del uribismo, Iván Duque, que consiguió para él algo más de 4 millones de votos (para un total de 6 millones de votos entre los 3 candidatos de ultraderecha) y 19 senadores electos.

El otro personaje de derecha a tomar en cuenta es Germán Vargas Lleras, quien, a pesar de no participar en ninguna consulta, logró superar la barrera de los 2 millones de votos y elegir a 16 senadores de su partido, Cambio Radical.

En las filas de la izquierda sí fue Petro el ganador de la noche con 2.850.000 votos (a los que hay que sumar medio millón más del otro precandidato Caicedo), pero solo obtiene 4 senadores debido a que sus listas al Senado se quedaron en 523.000 votos. El resto de votos fueron de los otros partidos de centro-izquierda que no celebraban consulta interna pues ya tenían definido a su candidato, el exalcalde de Medellín y Gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, apoyado por el Partido Verde (1.317.000 votos y 10 senadores) y el Polo Democrático (736.000 votos y 5 senadores).

La antigua guerrilla de las FARC por su parte, obtuvo unos resultados muy modestos (53.000 votos al Senado) aunque los Acuerdos de Paz de La Habana le garantizan 5 senadores durante 2 legislaturas.

En total, de los 102 senadores electos, 64 pertenecen a fuerzas de derecha (Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Conservador y la U); 24 a fuerzas de centro-izquierda (Colombia Humana, Partido Verde, Polo Democrático y FARC); y 14 senadores del Partido Liberal que encabeza Humberto de la Calle, exnegociador jefe de Santos en las negociaciones con las FARC en La Habana.

Este análisis parte de la base de que son 5 los candidatos con alguna opción de pasar a segunda vuelta, o tener una votación importante que pueda inclinar la balanza a favor de alguno de los candidatos: Iván Duque, Vargas Lleras, Humberto de la Calle, Sergio Fajardo, y Gustavo Petro. A partir de los resultados obtenidos por estos 5 candidatos el 11 de marzo, y haciendo un ejercicio de prospectiva política, podemos visualizar 3 posibles escenarios de cara a las elecciones presidenciales del 27 de mayo.

El primero de los escenarios sería una victoria en primera vuelta. Para ello se calcula que se necesitarían en torno a 8 millones de votos por parte de un candidato, algo que en estos momentos solo es posible para Iván Duque. Si el uribismo logra polarizar la campaña lo suficiente, tensando la cuerda para que la mayoría de los más de 9 millones de votos obtenidos por la derecha el 11 de marzo no se dividan a partes iguales entre Duque y Vargas Lleras, candidato de la oligarquía tradicional acostumbrada a designar presidentes en Colombia, podría darse un escenario en que Duque se imponga sin necesidad de segunda vuelta. Para ello solo tienen que mantener los casi 6 millones de votos obtenidos entre los 3 candidatos uribistas en la consulta, y arrastrar la mayor parte del voto obtenido por el Partido Conservador.

En el caso de que Vargas Lleras logre partir el voto obtenido por la derecha, podría darse incluso el caso de que sean tanto Duque como Vargas Lleras quienes pasaran a segunda vuelta con en torno a 5 millones de votos cada uno. Este escenario quizás sea mejor que el anterior, para evitar una victoria del uribismo, pero ciertamente sería peor que el de hace 4 años cuando incluso una buena parte de la izquierda apoyó a Santos frente al candidato uribista Zuluaga, pues al menos Santos tenía un compromiso con los acuerdos de paz con las FARC que Vargas Lleras como Vicepresidente de Santos no ha demostrado.

El tercer escenario, en principio menos probable que los anteriores, es un triunfo en primera vuelta de Duque, acumulando más voto que Vargas Lleras, pero sin la mayoría suficiente para evitar la segunda vuelta, y un Petro que retenga no solo los votos obtenidos por él y Caicedo en la consulta, sino que obtenga una buena parte del voto del candidato Fajardo de la coalición entre el Verde y el Polo, además del voto cautivo que tiene el candidato del Partido Liberal Humberto de la Calle. Solo en este escenario en el que prime el voto útil y Fajardo y De la Calle se desinflen, mientras el voto de la derecha se divide, es que Petro podría llegar a segunda vuelta.

En el fondo, Petro también necesita una campaña lo más polarizada posible con el uribismo, donde él se despoje del estigma “castrochavista” que la derecha le ha impuesto de manera muy inteligente, y logré atraer todo el voto útil.

Es muy difícil que pueda ganar la elección, pero sería muy importante de cara a 2022 poder pasar a segunda vuelta y lograr convertirse en el gran referente del centro izquierda.

Entre el 27 de mayo y una hipotética, pero a la vez probable segunda vuelta el 17 de junio, tendremos la respuesta a las interrogantes de si el uribismo logra volver a gobernar Colombia, y si Petro logra consolidarse como una alternativa real de poder en el medio y largo plazo por medio de las mayorías sociales en Colombia, que son quienes más han sufrido la guerra y quienes más perjudicadas serían por el incumplimiento total o parcial de los Acuerdos de La Habana.


*    @katuarkonada

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