mayo 4, 2024

Almagro y Quiroga en show internacional

Si hay algo que todavía no se ha acabado como práctica política es la subestimación de los pueblos. Los acostumbrados a pensar y hacer “desde arriba” tienen la firme convicción de que acuerdos subterráneos y espurios alcanzados, aún sea con máscaras institucionales, serán asumidos como idóneos por los que de ausentes de la historia han pasado a ser sus protagonistas.

De eso parecen estar completamente convencidos Luis Almagro -el injerencista que mete sus narices contra todos los gobiernos que huelan a izquierda y progresismo, pero que calla o asume silencio cómplice contra golpes de Estado como en Brasil, juicios fabricados como contra Lula y fraudes electorales como en Honduras- y Jorge “Tuto” Quiroga, uno de los tantos jefes de la oposición a quien le encanta el protagonismo político internacional ante su imposibilidad real de gravitar en el país.

El viernes 23, ambos personajes han intercambiado mensajes a través del twitter, sobre la situación política derivada del fallo constitucional que habilita a todas las autoridades, incluido a Evo Morales, para la reelección. Pero este intercambio es consecuencia de la carta enviada por el heredero de Banzer al Secretario General de la OEA a fin de que active el sistema interamericano para que emitan un dictamen con carácter vinculante sobre si está apegado o no a la esencia del Pacto de San José la sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional. Son los preparativos de la intención de activar la Carta Democrática Interamericana.

No hay que ser brujos para saber que el inefable Almagro buscará por todos los medios hacer con Bolivia todo lo que hizo con Venezuela. La respuesta del alto funcionario de la OEA es bastante humorística, por no decir otra cosa, a través de su cuenta de twitter: “realizaremos un estudio sobre la solicitud presentada por @tutoquiroga”. En el mundo de la política internacional es conocido que Almagro y Quiroga mantienen una relación muy cercana por el papel que a ambos les ha tocado jugar, para tranquilidad de los Estados Unidos, en torno a las medidas desplegadas contra los gobiernos de izquierda, particularmente el caso Venezuela.

No hay que ser brujos de que el objetivo central de ambos personajes es que la reunión consultiva a nivel del Consejo Permanente o de una Asamblea General de la OEA apruebe el “informe Bolivia” que Almagro ya debe tener en borrador sobre su escritorio, aún antes de que Jorge Quiroga, quien debe responder ante la justicia por los Petrocontratos, haya presentado su carta. Pero además ya se conoce la posición de Almagro, quien a pocas horas de conocerse el fallo constitucional se pronunció a favor de la oposición al pedir respeto por los resultados del 21 de febrero de 2016.

Pues bien, las cartas están echadas. La oposición boliviana está actuando, como se esperaba, a nivel internacional, para impedir, por todos los medios que sean posibles, la candidatura de Morales en 2019. El resultado de estas acciones, cargadas de colonialismo al subestimar a los destinatarios del mensaje, dependerá de cómo se responda desde los que quieren la continuidad del proceso de cambio.

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